Presentación
Conocida como la puerta de entrada al desierto del Sáhara, Ouarzazate es mucho más que eso, y reserva muchas sorpresas a quienes se aventuren a visitarla. Por supuesto, es el punto de partida ideal para aventurarse en el Alto Atlas marroquí, pero también hay mucho que ver en la propia ciudad y sus alrededores.


Kasbah
Inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, la Kasbah de Taourirt es testigo del esplendor de la arquitectura amazigh. Con su típico color ocre y sus fachadas de tierra, se cree que este ksar fue construido en el siglo XVII. En aquella época, era el corazón de la ciudad de Ouarzazate. Visitar la Kasbah de Taourirt es como retroceder en el tiempo y descubrir elementos arquitectónicos de varios siglos de antigüedad. Hoy en día, no podrá visitar las 300 habitaciones que componían Taourirt, pero tendrá acceso a la azotea desde la que podrá contemplar el oasis y Ouarzazate, ¡un mirador ineludible!
Kasbah
También Patrimonio Mundial de la UNESCO, Aït-Ben-Haddou es otro ejemplo de la arquitectura del Alto Atlas marroquí. Situado a 3 km del Riad, se puede acceder a él a través de los jardines que bordean el río, a pie o en burro con guía, o por carretera, a pie o en coche. Aït Ben Haddou se encuentra en la ladera de una colina. Construida hacia el siglo XVII, está inscrita en el Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1987, ya que ilustra perfectamente el tipo de construcción de tierra utilizado en la época, así como las viviendas tradicionales de la cultura del sur de Marruecos. Su agadir (granero fortificado) acogía a las caravanas procedentes de Malí que se dirigían a Marrakech.


Atlas
Atlas Corporation Studio es la meca del cine mundial, donde podrá sumergirse en sus películas y series de televisión favoritas. Donde se siguen rodando películas durante todo el año, tendrá la oportunidad de ver los decorados de Gladiator, La Momia, Prince of Persia y Juego de Tronos. Podrá revivir escenas de culto y escuchar anécdotas del rodaje. Tendrá la oportunidad de visitar ciudades bíblicas, templos egipcios y monasterios tibetanos, todo ello a pocos minutos en coche del Riad.