-2- Marruecos - la revuelta 1912-1934

A partir de 1912, muchas tribus locales se rebelaron contra los protectorados francés y español en Marruecos. Desde el efímero Emirato de Moulay Ahmed el Hiba hasta la República del Rif de Abdelkrim, la resistencia se organizó en todo Marruecos para desafiar la dominación extranjera.

Desde el Anti-Atlas hasta el Rif, desde el-Hiba en el sur hasta la figura de Abdelkrim en el norte, los sultanes se opusieron a la colonización.

En el corazón del Sous rebelle

El 30 de marzo de 1912, el sultán alauita Moulay Abdelhafid firmó el Tratado de Fez. Marruecos pasa a estar bajo protectorado francés. La firma del tratado no fue ni mucho menos unánime, dada la diversidad de las poblaciones locales, y provocó una serie de disturbios. En la región de Sous, en el sur de Marruecos, un tal Moulay Ahmed el Hiba movilizó a varias tribus locales para resistir a las autoridades francesas. Apoyado por numerosos caudillos locales, Moulay Ahmed el Hiba se hizo proclamar sultán en la ciudad de Tiznit. El nuevo sultán de Sous convocó a las diversas tribus al yihad para resistir el dominio de las autoridades francesas sobre la economía. La dimensión religiosa es fundamental. "La sociedad marroquí de la época era profundamente religiosa y la intrusión colonial se vivió como un cataclismo. Cuando el-Hiba movilizó las creencias escatológicas, muchos creyentes le siguieron la corriente. Percibieron un desequilibrio de poder, una intrusión de los cristianos que tomaban el poder sobre una sociedad que había estado gobernada por la autoridad musulmana durante siglos".

Tras la toma de Marrakech en septiembre de 1912, el movimiento Hiba se vio obligado a retirarse ante la represión francesa dirigida por el mariscal Lyautey. En 1916, Moulay Ahmed el Hiba se refugió en un pequeño pueblo del Anti-Atlas, en Kerdous. Murió en 1919, probablemente de gripe española. Su hermano, Merebbi Rebbo, le sucedió tras ser elegido por la mayoría de las tribus. Su política fue la misma: mantener encendida la antorcha de la resistencia sin avanzar hacia las llanuras.

El Rif y el ejército español

La resistencia de las tribus marroquíes se extendió también al Rif, región del norte del país bajo protectorado español.

El líder del movimiento, Abdelkrim el-Jattabi, procedía de una familia de notables moderadamente hostil a la presencia española. "Su padre es un cadí, un juez musulmán, y entendía muy bien lo que podía ganar con España. Envió a sus hijos a Melilla, una pequeña prefectura española en el norte de Marruecos, y a otro a Madrid a estudiar ingeniería." Allí, los hermanos el-Jattabi se familiarizaron con la cultura española. "Abdelkrim vio en España una oportunidad para que los marroquíes entraran en el mundo moderno. A su vez, fue nombrado cadí y enseñó árabe y bereber a oficiales españoles. También colaboró en un pequeño periódico local de Melilla. Al principio, nada hacía pensar que Abdelkrim sería el enemigo irreconciliable de los españoles.

En julio de 1921, Abdelkrim se dio a conocer en la batalla de Anoual, en la que derrotó al ejército español. Unos meses más tarde, proclamó la República del Rif. Más organizadas que la resistencia del sur, las tribus del Rif solían emplear tácticas de guerrilla. Abdelkrim y sus partidarios utilizaron armamento moderno para hacer retroceder al ejército español desde las montañas. En 1925, la guerra del Rif adquirió una dimensión internacional. Una coalición franco-española, dirigida por Philippe Pétain, recibió el encargo de reprimir la resistencia rifeña. Frente a los bombarderos y el gas químico, Abdelkrim capituló y se exilió en la isla de la Reunión.

Derrota y memoria marroquí

El movimiento hibista fue finalmente aplastado en 1934. Con el ascenso de la Alemania nazi en los años treinta, Francia quiso pacificar el sur de Marruecos para poder enviar sus tropas a la frontera alemana. En el espacio de un mes, la región de Sous fue pacificada. Merebbi Rebbo, la última figura de la resistencia en el sur, se rindió a las autoridades españolas y se exilió en el Sáhara español. En la narrativa nacional marroquí, la resistencia de Moulay Ahmed el Hiba y Abdelkrim queda relegada a los confines de la memoria.

Fueron los sultanes alauitas -Mohammed V y Hassan II- quienes ganaron la guerra contra el colonialismo europeo. "El poder marroquí afirma la supremacía de la autoridad monárquica sobre cualquier otra figura de la historia".

MARRUECOS LA REVUELTA